ESTUDIO DE LA MORAL MASONICA
El estudio de la “moral” indudablemente me lleva a hacer una introspección de los actos.
¿Realmente estoy actuando con moralidad? Y a todas estas ¿Qué es lo moral? ¿Es verdaderamente necesaria? Pienso que el estudio de la moral es un tema muy amplio y profundo. Estudiando la historia, he podido observar cómo ésta ha ayudado a grandes personajes a sobresalir y a llevar a cabo grandes obras que tienen repercusiones hasta el día de hoy, manteniendo la congruencia en los actos que realizan con el objetivo final. Para el masón, la actitud moral es una conducta indispensable, de vital importancia y “sine qua non” no sólo para que su obra se vea realizada, sino también para garantizar que sea una buena obra para la humanidad.
En el siguiente trabajo espero poder contestar estas preguntas realizadas inicialmente, para mí y para todos los hermanos que lean este trabajo. Antes de hablar de la “moral masónica” considero pertinente aclarar qué entendemos por lo “moral”. La palabra viene del latín “moris” que significa “costumbre”, por lo tanto, podemos decir que tiene que ver con transformar determinadas acciones en hábitos y éstos, a su vez, en costumbres. En la antigua Grecia se enseñaba sobre moralidad en las escuelas con el relato de los 7 sabios. Los sabios fueron personajes de la antigua Grecia, muy cultos y de moral elevada con un impacto en la historia de su civilización. Cada sabio representaba una máxima o enseñanza:
Cleóbulo de Lindos: Representaba la máxima: “La moderación es lo mejor” y “Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario.”
Solón de Atenas: Representaba “Nada con exceso, todo con medida para guiar el comportamiento práctico de los hombres” y “No tengas prisa en buscar nuevos amigos, pero una vez encontrados no tengas prisa en deshacerte de ellos.”
Quilón de Esparta: “No desees lo imposible.”
Bías de Priene: “La mayoría de los hombres son malos.”
Tales de Mileto: “En la confianza está el peligro.”
Pítaco de Mitilene: “Debes saber escoger la oportunidad.”
Periandro de Corinto: “Sé previsor con todas las cosas.”
De aquí nos podemos dar una idea de lo importante que es para una sociedad el mantener la enseñanza de sus conductas morales. Creo que por esta razón muchos expertos definen lo “moral” como reglas de conducta para que los miembros de un grupo de cualquier índole puedan participar y trabajar armoniosamente, y que es vital para el correcto funcionamiento de dicho grupo.
También se dice es el estudio de buenas y malas acciones para conservar la estabilidad en su sociedad. Ambas caras de la misma moneda, o más acertadamente, misma cara de la moneda vista de ángulos diferentes.
Se dice que alguien es moral cuando cumple con unas normas establecidas. En la sociedad, estas normas ya existen, sin embargo, para la parte individual se puede decir que alguien es moral si lo que dice va acorde con lo que hace. Aún así, la moral individual no la puede medir alguien más que el propio individuo. Para construir correctamente una moral personal debe estar en armonía lo que
se piensa con lo que se siente, lo que se dice y lo que se hace. Cuando una persona tiene la costumbre de actuar cumpliendo estas 4 características, podemos hablar de una persona de moral elevada.
Muchos conceptos sobre moralidad se enfocan en “lo que regula el comportamiento de los individuos, de un grupo o comunidad” y concuerdan en que es de vital importancia para la comunidad. Pero... ¿Y el individuo?
¿INDIVIDUAL O COLECTIVO?
El “Sociologismo” manifiesta que lo moral nace de la sociedad, y de ahí, se le debe imponer al individuo para unir y fortalecer dicha sociedad. Sin embargo, hablan de la moral del grupo y dejan a un lado el individuo, cosa que, desde mi punto de vista, es una manera de quitarle protagonismo y responsabilidad al individuo. A todas estas, ¿La sociedad no tuvo que nacer de un grupo de individuos? Una sociedad no nace de un hecho fortuito, mucho menos las normas morales, todas estas tuvieron que darse primero en una mente individual y ser discutidas entre un colectivo de individuos tratando de negociar y armonizar, cada uno, su propio punto de vista de lo que debe ser moral para todos. Pienso que la moral personal es tan importante como la colectiva.
Citando textualmente el libro "Manual del Aprendiz" del QH.·. Pedro A. Barboza: "Hay una moral individual, pues cada uno piensa que tiene derecho a decidir cómo vivir bien." siendo la moral en una comunidad, la unión armoniosa de la moral propia de las personas de dicho grupo. Ésta moral individual, o también llamada “Filosófica”, se refiere a la conducta humana libre, por lo tanto, la conducta moral va unida el estudio del “hombre libre”.
MORAL MASÓNICA
Uno de los principales objetivos de la masonería es el de formar hombres de libre pensamiento y dedicados al progreso propio y de la humanidad. En este punto la moral masónica juega un papel de suma importancia para el masón. No es una regla que impone una creencia, más bien le da las herramientas al masón, a manera de guía, para formar correctamente su moral personal. La moral masónica no pretende más que pulir al hombre de manera que sea digno de vivir y aportar buenas obras en su comunidad.
En la masonería, la “moral” viene representada en la “escuadra”, utilizada por los antiguos carpinteros en el acto de pulir y perfeccionar la piedra una vez ya dada la forma. De la misma manera, la moral pule y perfecciona al hombre, de manera que no pierda su forma, su objetivo y se mantenga siempre en su curso de buenas acciones. El masón debe utilizar ésta moral como un filtro por el cual debe pasar sus propios principios para actuar en el mundo profano. Como lo expresa Pedro A. Barboza: El masón no se define como tal por pertenecer a una logia, lo definen sus actos en el mundo profano.
Las reglas, en la sociedad, están ya establecidas, por lo tanto, la moralidad no son reglas como tal, sino la voluntad de cumplir las normas. La moralidad está en el actuar y no en la teoría, por lo tanto, el hecho de convertirse en una persona moral es un acto individual, de reflexión y basado en las propias decisiones. No son iguales en todas las culturas ni comunidades, y por eso, el buen masón está educado para respetar y acatar las normas morales de donde se encuentre. Aprecia la moralidad para participar en armonía y poder llevar su buena obra al grupo. Si bien cada hombre
tiene el derecho de pensar cómo debe vivir bien, no debe ignorar las normas morales de su comunidad, pues de esta deriva la armonía grupal.
Para el masón, es indispensable asimilar bien los dictados de la moral masónica para obrar en su comunidad. Así como el bambú crece primero en profundidad hacia la tierra, el estudio de la moral masónica concientiza al masón en actuar bien siempre y respetar a sus semejantes, creando una base fuerte que le da la capacidad al masón para crecer y hacer grandes obras reconocidas y de gran impacto en la historia de la humanidad. Una sociedad que tenga bien claro y cumpla los mandatos de sus conductas morales, no puede hacer más que progresar, teniendo como principio valorar las normas de la comunidad y las individuales.
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